martes, 19 de julio de 2011

Sin Culpa (II).

Como te lo prometí en el post anterior, te contaré lo que sucedió en el encuentro que contreté con Henry.

Después de recibir el primer mensaje de texto empezamos a hablar por el celular, el facebook, tu sabes cosas triviales como el clima, hobbies, en fin nada importante. 

Tiempo después de conversaciones improvisadas concretamos una cita, acordamos vernos un sábado por la noche en miraflores, nuestro punto de encuentro el segundo piso de Mc Donalds a las siete de la noche. Para no perder la costumbre llege siete y cuarenta y aglo, un poquitín tarde. 

Te preguntaras porque llegé a esa hora, te explico: me demoré porque salí tarde de las clases de ortografía que dan en la universidad a la que asisto, sí clases de ortografía soy pésima en eso.

Al culminar la clase entré corriendo al baño a ponerme un poco de maquillaje y que crees, abrí mi cartera y no estaba mi make up, lo había dejado en casa, gracias al cielo mi amiga Luli me maquilló, salí preocupada, pero no corrí, podía llegar tarde pero no sudorosa. Llamé a Henry para decirle que ya estaba en camino. 

Al llegar, él estaba sentado en una de las mesas que están junto a las grandes ventanas, me acerque lo saludé y salimos a caminar, puedes creerlo a caminar. Que clase de cita es esa, solo dios sabe.

Eso sí aprovechamos todos lugares poco ilimunados para besarnos. Aquella noche hacía frío, me invitó un helado que compró en una heladería que esta cerca al parque Kennedy.

Mientras comía el ice cream él se atrevió a hacerme una propuesta tentadora e indecorosa. En ese momento no me atreví a de decir nada, pero por dentro me moría de la risa, por nevios quizá.

Había un poco de tención por no responder la invitación. Lo miré fijamente a los ojos y me metí a la boca una cucharada del banana split, lo saboríe hasta el final, me encantan los helados. Nos levantamos de la mesa y nos fuimos a disfrutar de la noche.